May 25, 2007

Pareja

Juntos como trueno y tormenta
recorremos nuestro sendero
perpetuo amor que se alimenta
debajo de este aguacero

Caminamos bajo la lluvia
con firmeza y determinación
es esta larga travesía
respeto entrega y pasión

Esculpir el paisaje que dejamos
descollar el temporal de cada dia
alimenta la quimera de excelencia
de lograr el destino que fijamos

Azahar de primavera es el perfume
del cariño que ambos consagramos
esencia luminosa olor que resume
el fecundo afecto que cosechamos

1 comment:

Unknown said...

A Vicky Moz
¿Por qué tendremos que acostumbrarnos a esta desolación inmensa -a la felicidad perdida de habernos conocido, a nuestra tristeza de no ser santos? Confinados al recuerdo y su persistencia, a la sucesión de imágenes proyectadas una y otra vez como en la invención de Morel: donde con una cercanía y un vértigo inusual nos vemos como forajidos -a la vez que sobrevivientes- desplazando y consumando su amor violento en medio de ascensores, metros, farmacias, muelles, aulas, salones de honor, grandes avenidas, bidet, camas, living, viejos almacenes, buses interurbanos, jardines, bibliotecas, capillas, en un metraje de 11 meses dónde quedó atrapada nuestra vida y habitaremos para siempre. En nuestro mundo insular y simbiótico… fuimos y somos una gran pareja, una esfera, una promesa de felicidad permanente, aunque el mundo sea tragado desde sus raíces, la casa permanecerá intacta, las fotos que custodian nuestra memoria de amantes furibundos, estarán almacenadas en un disco Voyager que contiene “Murmullos, gritos y sonidos de la ínsula -”Mmmm”- y un manual de sobrevivencia, instrucciones para esconder las llaves, realizar llamadas sin ser descubiertos, mapas y datos clasificados, no quiero que el testimonio de un amor imposible vivido con escándalo y fanatismo se pueda perder algún día. Algún día seremos leyenda Victoria Chaló. Y recuerda que con el desgaste y la fatiga de material puede haber perdidas y bajas, pero no todo se acaba, somos los últimos sobrevivientes y más que recuerdos, fantasmas, y mensajes cósmicos quisiera dejar un(a) descendiente de esta raza que con nosotros podría extinguirse, una prueba de que estuvimos allí y nos amamos de manera delicada y delirante en las narices mismas de las instituciones, los custodios y los fiscales. Fundamos y recreamos un modo de amor ya ido, imposible para otros mundos no insulares, mantenemos complicidades inexpugnables, guiños que nadie más reconocerá.
Adolfo Vásquez Rocca